jueves, 1 de marzo de 2007

Yo no he elegido la soledad, la soledad me ha elegido a mi.

Esta frase, no se de quien es exactamente. La primera vez que la oí, fue al inigualable actor Miguel Rellán en la serie Compañeros, se la decía a su hermano, Francis Lorenzo, en aquella época, me fascinó la forma, la emoción con la que el magnífico actor la exteriorizaba, quien me iba a decir que 8 años después, la entendería, y no una vez sino varias veces.
A veces luchamos porque las cosas no salgan como vemos que van a pasar, pero supongo que cuando el destino, sino, vida, futuro o lo que sea que se supone que está escrito o marcado, lo manda, es que debe ser así.
Dos veces en una semana, ¡record!, pero me da igual, que más nos da a todos que haya alguien pasándolo mal, claro como siempre tiene la sonrisa en la boca. ¿Nos fijamos alguna vez en la mirada real del que tenemos en frente? La respuesta es no, quizá si lo hiciesemos, la palabra soledad desaparecería. ¿A alguien de verdad le preocupa si la persona que está a nuestro lado en el trabajo, en clase, en el edificio que vivimos, duerme bien por las noches, necesita hablar o cuando llora no es por llamar la atención, ni por ser menos adulto, simplemente porque lo necesita? en esta loca vida parece que no hay momento para eso. PUES YO LO NECESITO. Yo no soy pesada, cuando llamo a alguien es porque quiero estar con esa persona, me gusta que sepa de mi vida, necesito su cariño, pero de eso nadie se da cuenta. Supongo que a la gente le da miedo que dependan de ellos. No es cuestión de dependencia sino de apoyo. En mi caso yo no quiero depender de nadie, simplemente de no sentir que estoy sóla y que no le importo una mierda a nadie, simplemente eso. Es cuestión de pensar que a alguien le interesa tu vida. Que hay alguien en alguna parte del universo que quiere pertenecer a tu mundo, que le importas.

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